¿Alguna vez has notado que tu ira generalmente se dirige hacia tu pareja, tus padres, tus hijos y tus mejores amigos más que nadie en el mundo? ¿Y sabes por qué este es el caso? ¿Cómo es que terminamos castigando con tanta frecuencia los que afirmamos que amamos tanto? A continuación explicaré por qué y también daré cinco pasos básicos para romper el ciclo y comenzar a canalizar el amor en lugar de la ira y el resentimiento.
Si tienes una relación con alguien, inevitablemente creas expectativas. Se supone que deben cuidarte, tienen que ser responsables, deben preocuparse por ti, etc. Y, por supuesto, cada vez que violan tus leyes y no pueden cumplir tus expectativas, obtienen un punto negro en tu memoria banco. Y, por supuesto, sigue anotando muy diligentemente. Cuantos más puntos negros acumules en tu banco, más resentimiento vivirás y este resentimiento se dirigirá hacia la persona que se supone que debes amar (incondicionalmente). El nivel de resentimiento que se aferra determinará la cantidad de drama que crea cada vez que su ser querido hace algo que no le gusta. Derraman la leche, creas drama. No llaman, creas más drama. No pueden pedir disculpas, más dramatismo.
En cambio, si alguien que no conoce muy bien y tiene menos expectativas (es decir, alguien a quien no ha tenido puntaje) hace todas las cosas mencionadas anteriormente, es más probable que lo evite y lo perdone. ¿Por qué? Porque no estás aferrándote al resentimiento hacia esa persona (¡todavía!).
En efecto, terminas castigando a los que amas (pensando que es la venganza por todas las decepciones que te han causado), y amando a los que aún no conoces (hasta que los hayas conocido mejor y descubras que tampoco son perfectos).
¿Hay una salida? ¡Por supuesto que sí! Sigue estas pautas y puedes experimentar la vida de manera diferente:
¡Ajusta tus expectativas!
¡Acepte que nadie es perfecto y que todos pueden cometer errores!
¡No tome personalmente los errores de otras personas! ¡La gente hace lo que ellos por sí mismos, no por ti!
¡Siente amor y compasión hacia las personas que afirmas que amas! No les presiones a hacer y ser lo que esperas que hagan.
¡Perdona y olvida! ¡Dejar ir y dejar a Dios!
Autor: Vyara Bridgeman
martes, 17 de octubre de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario